Todo está conectado a través de una red energética que constituye de hecho nuestra propia consciencia y existencia en el universo. Esto se hace más evidente en la relación que construimos con nuestras parejas, pero también aparece en la relación con nuestros padres, hijos, amigos e incluso mascotas que han formado parte significativa de nuestra vida.
No hay diferencias entre lo que somos y lo que nos rodea, por ello nuestra vida y las relaciones dentro de ella son una manifestación de nuestra energía, la forma en la que controlemos y dirijamos esa energía es nuestra responsabilidad, tomémosla de una vez por toda.

Piensa por unos minutos lo siguiente: El cerebro y la mente funcionan con familiaridad. Es decir, nos familiarizamos con las cosas, ideas y sentimientos que vivimos, a partir de eso todo nuestro sistema re-edita una y otra vez las experiencias que hemos aprendido, a veces buenas, a veces malas. El mismo tiempo que pasamos familiarizándonos con un objeto, es más o menos el mismo tiempo que tiene que pasar para desfamiliarizarnos de el y esto aplica para nuestras parejas. Por eso, aunque ya estemos en otra relación, en otro lugar y momento, sigue apareciendo en nuestra mente el/la ex. Y cada vez que eso sucede mándanos una señal energética que conecta con la energía que sigue sincronizada con nosotros, así, literalmente, volvemos a gravitar alrededor de esa energía que un día nos atrajo.

Les invito a ver la explicación de un pequeño pero poderoso ritual que nos ayuda a transformar el vínculo energético que construimos con nuestra ex-pareja y hacerlo trascender a una experiencia amorosa y libre de fugas energéticas.