La ansiedad es una experiencia que en un porcentaje % mínimo es por causas orgánicas, más de un 80% se desarrolla a lo largo de nuestra vida por causas emocionales o ambientales. Trabajando en mi consultorio he detectado hay 3 causas principales que la generan y a continuación te platicaré fondo de ellas. Las 3 causas principales que nos generan ansiedad son:

  • Rompimiento.
  • Abandono.
  • Ser Juzgado.

1. ¿Quién no ha pasado por el rompimiento de una relación amorosa?

Todo lo que empieza, acaba. Las relaciones de amor no son la excepción. Superar una ruptura amorosa es super difícil, sobre todo cuando nuestra relación termina por razones que no entendemos a profundidad. De cualquier manera, si la relación ha sido emocionalmente significativa, es porque se ha convertido en un punto de referencia y cuando nuestros puntos de referencia cambian, se transforman o desaparecen, nuestro cerebro se angustia, porque está familiarizado y apegado a esa persona. Es normal sentir ansiedad cuando perdemos a un ser querido y si no paramos nuestros pensamientos, podemos culpabilizarnos, sentir que no somos suficientes o ser muy severos con nosotros mismos, con lo que mandamos mensajes distorsionados o incorrectos a nuestro cerebro y el actúa como si nos estuvieran atacando, o sea, luchando o queriendo huir.

A mí me recordar a Leandro Taub que dice: lo que no termina bien, no ha terminado. Sé que eso suena difícil, pero no lo digo solo como psicólogo, lo digo también como ser humano y hombre, uno que la ha regado varias veces. Para explicar mejor esto cito a Henry David Thoreau, que dijo: …sólo hay un remedio para el amor: amar más. Por mucho que nos duela aceptar que nuestras parejas cambian y por fea que parezca la forma en la que las cosas terminaron, todos sabemos en el fondo de nuestros corazones que lo verdaderamente amoroso es desear lo mejor para aquellos que nos inspiraron a ser mejores personas y alimentaron la ilusión de vida mejor a su lado, claro que en el trámite, también sabemos que aceptar que no somos esa persona especial que acompañará a quien fue nuestra pareja, es doloroso. Y como nuestro cerebro está diseñado por la naturaleza para alejarse del dolor, genera ansiedad para que huyamos de eso que nos lastima. Y aunque a veces es muy difícil hacerle caso al cuerpo, con la ansiedad no tenemos mucha opción, o nos transformamos o nos seguirá doliendo.

2. A veces por cosas de la vida desarrollamos un miedo profundo a ser abandonados, somos muy sensibles a no ser parte de algo o ser rechazados.

Los mamíferos humanos nos desarrollamos y existimos gracias al otro. Otro que nos cuidó, que nos enseñó y apoyó; otro que nos amó y por ello desde muy pequeños generamos el deseo de ser queridos y parte de un grupo (manada). Cuando por falta de experiencia, negligencia o simplemente descuido, la manada no le hace saber al nuevo integrante que es bienvenido, que se le quiere, que se le respeta y que tiene un lugar en la familia, se puede crear una huella de abandono que nos hipersensibiliza y trastorna nuestra personalidad, haciéndonos ansiosos porque el cerebro identificó que no tiene las condiciones necesarias para estar seguro dentro de la manada/familia.

Por lo anterior, la amabilidad es una de las principales causas de ansiedad, porque cuando por el deseo inconsciente de no ser abandonados y/o rechazados, la personalidad con una ansiedad de niño quiere satisfacer, evitar el conflicto a toda costa y ser siempre incluido aunque sea de manera abusiva. Todos los que no hemos aprendido a poner límites y decir que no cuando es justo, porque tenemos miedo de que piensen que somos malos o nos involucramos, terminamos teniendo una experiencia recurrente, abusan de nosotros. Todas estas experiencias se conjugan para que el cerebro entienda que está en un territorio inseguro, hostil y que no importa qué haga, siempre está en constantes pruebas y retos. Así pues, el cerebro abre la llave de la adrenalina porque no se siente seguro, quiere encontrar su lugar y no dejará de generar adrenalina hasta que se sienta parte de algo, pero al mismo tiempo desconfía de todo. Para terminar con la ansiedad que genera la huella de abandono, hay que reconstruir nuestros cimientos, formular nuevos principios y edificar una personalidad que se convertirá en el futuro en ese lugar soñado.

3. El hombre sufre más por lo que cree que va a pasar que por lo que en realidad está pasando.

Otra de los motivos de consulta frecuentes en los consultorios de psicología es la ansiedad por miedo a ser juzgados o criticados, que puede surgir de nuestra necesidad de ser perfectos, de tener el control o por falta de tolerancia a la frustración. Es muy común que sintamos nervios al hablar en público, o al enfrentarnos a alguien o algo que pone en duda nuestra integridad o capacidad, pero si no ponemos un alto al juicio que hacemos de nosotros mismos y nos entregamos a la experiencia, aceptando que estamos en construcción, siempre aprendiendo, sin darnos cuenta podemos activar un proceso de ansiedad que se vuelva limitante y perturbador, porque eventualmente tendremos que tomar responsabilidad de nuestras vidas y eso implica cometer muchos errores para aprender.

Al evitar a toda costa el fracaso, vamos limitando nuestro potencial y nuestra capacidad de aprender cosas nuevas. Por ejemplo, si eres muy tímido/a con las personas que te gustan y por quienes sientes atracción, la Terapia Cognitivo Conductual te recomendaría que enfrentes tu deseo a pesar de que pueda fracasar en el intento, de hecho, podría incluso recomendarte acumular el mayor número de fracasos. Por decirlo así, busca a los perfiles más atractivos del grupo, a las personas más guapas, aquellas que difícilmente te dirán que si están interesados en salir contigo y trata de seducirlos, de invitarles o de generar una relación. Sabes que lo más probable es que rechacen salir contigo, pero de hecho eso es lo que está buscando la terapia, que pases por la experiencia de no ser tomado en cuenta, juzgado o rechazado para que tu cerebro tenga un registro de lo que pasó y de hecho, se de cuenta que no pasó nada, que a nadie le interesó más que a ti y no vas a morir. Así el cerebro crea nuevas conexiones que le harán más fácil pasar al acto cuando se encuentre en una situación donde realmente te guste alguien. Esta técnica se llamada exposición y funciona desensibilizando el cerebro enseñándole que lo que crees que puede pasar, solo pasa en tu mente y que generalmente pasa de todo, menos lo que tenemos miedo que pase.

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