Disminuye tu Ansiedad en 20 minutos

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Yo soy de esos psicólogos que va al psicólogo, ahora llevo alrededor de 20 años en terapia y he tenido la oportunidad de ir con los mejores maestros y psicólogos que he conocido. Encontré en la terapia una forma de reinventarme e identificar continuamente mis deseos, frustraciones, faltas y perturbaciones mentales.

Al principio fui al psicólogo porque no me entendía y debido a la intensidad de mis emociones creía que algo había mal en mí, con el tiempo aprendí a reconocerme y comencé a construir una personalidad con la que hoy me siento en paz. Un camino largo es el que tomamos los que queremos encontrarnos, pero no es para todos.

Hace un poco más de 8 años, mis amigos que se dedican a la consultoría de empresas de tecnología me invitaron a ser parte de un proyecto y en esa experiencia pasaron dos cosas: 1. Me di cuenta que las empresas estaban usando metodologías, técnicas y herramientas que se fundamentan en principios cognitivos, es decir, en los conocimientos aportados por la biología, psicología y neurociencias al entendimiento del ser humano; 2. Me di cuenta que en el ámbito empresarial, donde la velocidad para resolver las problemáticas y la variabilidad de los proyectos es muchas veces el factor crítico de éxito, también hay ansiedad, malos entendidos y relaciones disfuncionales, es como una familia mucho más compleja, solo que ellos resuelven sus problemáticas trabajando mejorando su trabajo, sin ir a terapia. Esto me llevó a estudiar a profundidad los métodos, procesos, técnicas y herramientas que como una manifestación de la tecnología y el conocimiento humano, se convierten en los instrumentos que justo hoy nos ayudan a resolver nuestros problemas, mejorar continuamente y desarrollar estrategias para no volver a cometer los mismos errores, lo que muchas veces queda fuera del alcance de la psicología.

Paralelamente mi relación amorosa terminó, al principio pensé que súbitamente, pero con el tiempo pude darme cuenta de muchas señales desde tiempo atrás me indicaban que la cosa iba mal y generalmente el problema no es que las cosas salgan mal o te pongan el cuerno, sino que ya lo sabías y no te hiciste caso.

No estamos acostumbrados a escucharnos, a vernos, asumimos que lo hacemos bien y que tenemos la razón para ser, decir o hacer lo que creemos que es mejor, por eso me gusta la terapia, porque me da la posibilidad de aceptar absoluta responsabilidad de mi estado mental. Fue en ese momento cuando, a pesar de la terapia, que me ayudaba a entender, de todos modos me daba ansiedad y decidí poner en práctica lo que había aprendido en mi entrenamiento para trabajar en las empresas, donde hay que reducir el drama y ponernos en acción: empezar a crear las causas para ir hacia donde realmente quiero ir y encontré el RCP de la ansiedad.